Producción

Una producción de Lucía Medina para Al final de la Tarde con Jordi.
Programa Nominado a Premios Gardo 2020, en Actualidad, Región Norte

sábado, 25 de agosto de 2018

Reflexión del Día

“En esta vida siempre estaremos en deuda con alguien, por ello debemos buscar la mejor manera de ir pagando en cada oportunidad favorable, especialmente aquellas deudas de amor que debemos admitir son de incalculable valor, pero en su sabiduría el gran acreedor divino nos concede la gracia de retornar con actos de benevolencia y solidaridad. El Mar Muerto es el ejemplo, el famoso lago ubicado en el punto más bajo del planeta, acordonado entre Israel y Jordania, es alimentado exclusivamente de las corrientes vivas del río Jordán. Pero aunque recibe constantemente aguas frescas, nada retorna y tampoco nada conserva vivo en sus aguas sobremineralizadas. Así sucede con nosotros, cuando nuestra alma se abstiene de amar comienza a morir, cuando deja de dar, detiene los torrentes del cielo!”.(Cosme).

Alguien hace mucho tiempo me dijo: “que hicieras las cosas sin esperar nada a cambio”. Y tenía razón, lo único que hay cosas de la propia existencia que algunas personas le toman tiempo asimilar, comprender y hacerlo parte de ti. Una de las mejores actitudes de un ser humano que he aprendido está en su gratitud ante Dios. Por más cosas que te hayan sucedido o experimentado, debes siempre recordar dar gracias porque de alguna manera en algún momento, luego de la tempestad sufrida, has recibido el espaldarazo; el alivio, sin momentáneo, para que puedas tomar un respiro y continuar. Al menos te ha ofrecido la oportunidad de que te puedas sentir mejor. Está en nosotros y nuestro nivel de exigencia hacia la vida y cómo la vemos.

Hay veces que nos quejamos tanto o que exigimos tanto, que cuando estamos bien, entonces buscamos la forma de no estarlo. De alguna manera saboteamos todo, a veces somos así de inconformes y olvidamos todo porque no nos permitimos ser felices o de dar gracias o de retornar hacia Dios con mayor amor y compasión, todo lo que hemos sabido recibir. Está en nuestros corazones el saber y estar conscientes de que lo único que sirve para mantenernos de pie en alguna lucha; de reconciliarnos con nosotros mismo; de ver la belleza en cada detalle; de conocer la humildad y practicarla; de unir corazones rotos; de sanar heridas; de mantenernos firmes en la fe; lo único posible, es a través del amor, y es dando que podemos recibir, lo que no se espera.