"Nada tan potente para ir más allá de lo usual como el poseer una revelación personal dada por el Espíritu Santo. No existe convicción mayor que esa que es engendrada en las profundidades del corazón, allí donde nadie puede arrancarte lo que sabes, lo que has visto con los ojos de la fe, esa certeza que se alimenta de la placenta de tu creer. Allí las dudas no llegan, ni los ecos de los burlones y los simuladores, únicamente existe esa conexión como la del choque de una piedra con otra piedra: la palabra de Dios y tu alma, una conexión tan fuerte como la caricia de dos grandes amores y tan volátil como el fuego unido al gas ¡Allí lo imposible solo tarda un poco más!". (Cosme).
Está reflexión me hizo recordar algo que desde hace 7 años he indicado y de que a nadie le puedo obligar a creer en la presencia de Dios en sus vidas, sin embargo, asimismo, nadie puede decirme a mi que Él no existe, porque mi existencia y que hoy pueda estar vivo y viable, es una muestra de Él es Verdad, Vida y Camino. Así como lo ha sido y lo es para millones y que han sentido y sienten su fuerza y poder. Hoy más que nunca, el Altísimo es razón de la motivación que poseemos para seguir adelante y enfrentando toda adversidad y dando gracias por la vida y lo que he aprendido en todos estos años junto a su lado. La fe en Él es tan vivida como el corazón que late cada segundo. Gracias por tanto. Espero que mis pasos sean los adecuados para no defraudarte y que mis errores no me alejen de ti, ni cultive la duda a mi alrededor.