Producción

Una producción de Lucía Medina para Al final de la Tarde con Jordi.
Programa Nominado a Premios Gardo 2020, en Actualidad, Región Norte

viernes, 22 de septiembre de 2017

Reflexión del Día

La vida cristiana no es una vida de confort, a pesar de que muchos buscan seguridad, estabilidad y ser cubiertos de todo mal, deben saber que vivimos en el campo de las luchas, las controversias y los desafíos, muy lejos de la llamada “zona confortable”. En dicha zona nada crece ni da fruto, sin importar cuánto tiempo pases estacionado allí, aun si echares raíces. La vida de un cristiano es como la de una palmera, que se desarrolla justo donde otros árboles mueren y da su fruto en el desierto, donde no hay posibilidades. Su fruto es vida para un mundo sediento de amor, paz y verdad. No temas, aunque Dios no nos dice que impedirá los ataques, prometió que Él será nuestro escudo, tenlo por seguro!. (Cosme).

Siempre lo hemos dicho, creerle a Dios no supone que tendremos los caminos allanados, limpios y resueltos. Que no habrán obstáculos de ninguna especie, no, eso no es su promesa. Y si dices creer para evitarte dificultades o hacerte las cosas mas fáciles, te digo que comiences a despertar. Lo que si es cierto es que ser tu soporte; aquello que te permitirá como regadío crecer a pesar de toda condición a tu alrededor. Es como ese pasaje de las Escrituras en que se le da a dos personas, para que construyan sus casas, uno la hace sobre arcilla, arena y barro y el otro sobre roca dura y cimientos fuertes. Cuando llegaron las crecidas de los ríos y las tempestades, ninguna pudo evitar las ocurrencias de la naturaleza ni de las adversidades que crean otros seres humanos. La casa levantada sobre arena, se fue y la sobre roca se mantuvo. Esta parábola se parece mucho a nuestra fe, algunos quieren crearla sobre poca creencia, sin alimentar su relación con Dios, lo buscan solamente para los inconvenientes. Este mismo tipo de personas se convierten en problemas para otros no son parte de soluciones, porque crean ambientes no propicios por sus actitudes asumidas, siempre buscan la forma de estar mal o de crear todo para que sea si. Quieren entonces que sin tener firmeza en lo que DICEN confiar, realmente tan pronto reciben la mínima brisa, son los primeros que cuya fe sale huyendo. A diferencia de aquellos que como la semilla de mostaza, que es un arbusto, que de la nada, sin condiciones adecuadas, crece tan frondoso y amplio, que es capaz de brindar sombra en el desierto y crecer en el mismo, a pesar y por encima de todo.

Así es como debe ser el real cristiano, que se desarrolla y se hace fuerte desde su fe, porque permite que sea Dios quien conduzca su vida y le brinde su apoyo y guía. Feliz semana y que permitas ser acompañado por Él y confiemos en que a pesar de que quieras ver solo lo oscuro, tu corazón sea más fuerte y deje que sea el Todopoderoso quien domine y te permita crecer aun en medio de tormentas.