Producción

Una producción de Lucía Medina para Al final de la Tarde con Jordi.
Programa Nominado a Premios Gardo 2020, en Actualidad, Región Norte

lunes, 31 de julio de 2017

Hacer lo correcto

Estamos viviendo en un orden social que aquel ciudadano que hace lo que debe ser, es considerado un desadaptado o al menos así lo hacen sentir. O el mensaje que se envía, es que aquel que se comporta como un irresponsable, un sinvergüenza, lumpen, “vivo”, aquel que “sabe nadar sin ensuciarse”; entre otros; es quien cabe y quien es protegido hasta por las instituciones donde labora.  Se ha llegado a interpretar que aquel que utiliza los mecanismos de la legalidad es un tonto del sistema y todo se le pone en “China”. 

El mensaje que se envía, es que es un mal negocio hacer las cosas del modo correcto. Si vas a meterte a corrupto, es buen negocio, porque tendrás impunidad de la o las instituciones donde laboras.  

Lo que se envía a la juventud principalmente, es que el camino rápido y fácil es el adecuado, o al menos eso es lo que ve de aquellos que están llamados a crear ejemplos.

Cuando vemos el panorama descompuesto socialmente en que vivimos, se resalta más todavía la hazaña que ha marcado el pasado domingo, día de los padres, el toletero, Adrian Beltré, cuando alcanzó la cifra de los tres mil imparables conectados.  Esto no es solamente alcanzar esa cifra y que haya sido un dominicano nacido aquí y criado en esta tierra, sino cómo lo ha hecho.

Desde que este pelotero fue firmado con apenas 15 años de edad, tenía la estampa de no fallar y en su caso, así ha pasado hasta ahora.  Pero no solamente en el aspecto de cualidades deportivas, sino que su comportamiento fuera y dentro del terreno, en lo que lleva en su carrera, ha sido todo un verdadero orgullo para lo mejor de este pueblo dominicano.

Lo alcanzado por Beltré, no es solamente la estadística, es el mensaje de buen sabor y dignidad que envía. Nos dice a todos que es posible lograr las metas desde lo más bajo, a base del trabajo, y el empeño día a día. Estar consciente que para llegar a lo mejor  y no quedarse en la mediocridad, debe haber una constancia, una responsabilidad, disciplina y sobre todo una coherencia.  Nuestro Adrian Beltré, nos ha enviado algo más grande que haber llegado a su marca personal el domingo próximo pasado, es decirle a cada uno de los jóvenes, no solo aquellos que están en las fincas entrenando, sino los que están iniciando más abajo y a todo el pueblo en sentido general; que por la vía correcta y haciéndolo bien, se puede, sin necesidad de trampas; nada oculto; corrupto; ni mentiras. Que aquello que es importante, son las personas íntegras, que así como son dentro del terreno, lo son fuera del mismo.

Las actuales generaciones, están requiriendo de acciones en que  los buenos valores sean los sustentadores de la base de su formación y de todo aquello que decidan emprender.  Este hecho salido de un simple juego de béisbol, tiene una connotación más del gran sentimiento de orgullo que nos produjo a todo dominicano que se enteró de la hazaña del tercera base de los Rangers de Texas, es lo que representa que lo haya logrado quien tiene con creces suficiente calidad para ser un real ejemplo a seguir y una muestra de hacer lo correcto, tiene sus buenos resultados y satisfacciones personales de dignidad, decencia y respeto, que no lo paga ni lo consigue el dinero sucio y corrupto o el camino de lo incorrecto.  Así como tenemos beisbolistas como: David Ortiz, Pedro Martínez, Pujols, Beltré y muchos más; para mencionar los más actuales, deberíamos tener los mismos buenos ejemplares en el ámbito de la política y el accionar en la mayoría de nuestras instituciones del Estado. Debemos luchar para que se imponga lo bien hecho, por encima del desorden que hoy padecemos.