Producción

Una producción de Lucía Medina para Al final de la Tarde con Jordi.
Programa Nominado a Premios Gardo 2020, en Actualidad, Región Norte

martes, 18 de abril de 2017

Reflexión del Día

Cada etapa no superada se convierte en una piedra enorme atada al cordón del retroceso, reclamándonos ir de vuelta al pasado y dejar resuelta cada tarea inconclusa. Frustración, pesar y confusiones son nubes muy oscuras que amenazan un nuevo comienzo. Por ello toma en cuenta a Dios, relájate, recupera energías y créele, porque el agotamiento que proviene del dolor trae la peor de las amarguras y hace que veamos las piedras del camino como montañas inalcanzables. La amargura es el resultado de un pasado sin superar, el afán es el anestésico para un presente lisiado, pero la fe es la miel que cambiará los sinsabores con que te bombardeó la adversidad. Aunque el mal no descansa, el bien nunca se cansa. ¡Dios desmontará la red que amuralló tu horizonte!. (Cosme).

Hay personas y momentos que podemos encontrar en el día a día, contra lo que tenemos luchar. A veces tenemos que cargar con toda la negatividad y por encima de todo ese ambiente o de luchar contra los sentimientos de egoísmo que no ganamos ni buscamos, porque este sentimiento llega unido de la envidia. Del que no acepta el logro o alcance de sueños de los demás. No son de los que ayudan a empujar la carreta o levantarle la cruz a quien intenta superarse o destacarse, en vez de poner su mano, ponen la piedra o le quitan el ánimo o el entusiasmo, simplemente porque no tienen en su corazón de forma real y verdadera a Dios, sino que se dejan dominar de sus bajezas y debilidades y sino es algo que sea de su interés o personal, son indiferentes ante el logro del otro.

Ante todo lo que puedas encontrar, ten claro en ti, que la fuerza divina es la única que tienes para levantarte, si te has caído. A tomar el segundo aire, para que el entusiasmo vuelva a ti y no te abandone. Es en tu fe donde puedes encontrar la protección contra todo mal que salen de quienes no puedes ver, pero buscan seguirte viendo tirado o quedándote en la caminata y no subir tu carreta. Es en Él que puedes encontrar la fuerza para luchar contra toda maledicencia, vicio o perversidad. No te alejes de la fuente desde la cual bebes el agua que limpia; da libertad y te ofrece cada mañana la motivación para mirar con ojos de declaración de que todo saldrá bien.