"Dios sanará tus heridas, callará tu dolor".(Cosrme). A veces no nos damos cuenta que existen aquellas personas que pueden provocarnos daños o situaciones que son puros retos. Que a veces le preguntamos a Dios. ¿Por qué pasó por esto? No vemos que en vez maldecir o desdecir lo que pasa, debemos ver todo aquello como nuestros maestros que nos están enseñando, quizás de una manera que entendemos no merecemos o que no resulta justo. Sin embargo, no tenemos de otra que asimilar o quedarnos en constante queja y con ello atraer todo lo nocivo y negativo que esto supone.
A la mayoría de los que Dios ha utilizado para que su mensaje pueda llegar no ha sido por un camino fácil y comprensible. Con el primero que le hizo cargar una cruz y abrazarse a ella, fue a su hijo, Jesús. Que se haga tu voluntad Señor, clamó su hijo.
A veces queremos explicaciones que no llegan en el momento que la exigimos, pero tarde o temprano, Él te hará ver y sentir que si hubo heridas, Él te ayudará desde el corazón a ser fuerte, pero no insensible y a curar todas ellas para que tu sirvas a su propósito. Pero debes estar dispuesto a no dejar de creer y dejar de cuestionar tanto y vivir solo en la queja, desde ahí solamente se ve lo gris. Permite que Él siga renaciendo en ti cada día y que toda esa sabiduría que recibirás con cada prueba, nadie te podrá quitar esa fuerza. De ti depende en qué y para qué la utilices.